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Selección de obras

La pasada centuria es un período de la historia en el que se desarrollaron una serie de movimientos plásticos que revolucionaron muchos de los estilos formales y conceptuales conocidos hasta el momento. Asimismo, el siglo XX representa para la Historia del Arte español un momento de gran proyección para alguno de los artistas más representativos de este país.

En los inicios de siglo destacan movimientos como el Modernismo, el Impresionismo y el Novecentismo, que supusieron un momento de transición entre ambas centurias, rompiendo con el academicismo finisecular y apostando por la inspiración de la naturaleza. Como representante del primero cabe destacar a Santiago Ruiseñol (1861-1931), Joaquín Sorolla (1863-1923), del segundo; mientras que Ramón Casas (1866-1932) es uno de los máximos representantes del último.

Una de las auténticas revoluciones en pintura y escultura se produciría de la mano de Juan Gris (1887-1927) y Pablo Picasso (1881-1973) con el desarrollo del Cubismo, que geometriza las formas de la naturaleza, representando todas las partes de un objeto en un mismo plano. Rompiendo con la perspectiva que permanecía vigente desde el Renacimiento, se convierte en una de las vanguardias más destacadas del siglo XX.

Del Surrealismo español, los máximos representantes serán Salvador Dalí (1904-1989) y Joan Miró (1893-1983). El primero alcanzaría una gran repercusión entre el público y el segundo, desarrolló un lenguaje propio plagado de simbolismo, llegando a una abstracción de la corriente.

La Guerra Civil supuso un parón en la actividad creativa y plástica del país, aunque terminada la contienda y durante la posguerra serán varios los artistas que progresivamente se adhieran a movimientos de relevancia internacional, destacando principalmente la Abstracción, cuyo impulso definitivo se produjo tras la Segunda Guerra Mundial mediante el expresionismo abstracto, abandonando la representación real para tratar de hallar soluciones plásticas o estéticas, manejando exclusivamente medios visuales como son el color, la mancha o la línea, sobre la que se investiga incansablemente. Destacados representantes fueron Antoni Tàpies (1923-2012), Antonio Saura (1930-1998), Eduardo Chillida (1924-2002), Jorge Oteiza (1908-2003), José Guerrero (1914-1991), Manuel Millares (1926-1972) o Gerardo Rueda (1926-1996).

En la actualidad, aunque sus trayectorias se remontan al siglo pasado, continúan desarrollando sus carreras informalistas matéricos como Miquel Barceló (1957); Eduardo Arroyo (1937), vinculado al Pop Art; Manolo Valdés (1942), que trabaja un lenguaje propio y crítico, basado en representaciones realistas; Guillermo Pérez Villalta (1948), representante de la Nueva Figuración, Daniel Verbis (1968), que realiza composiciones abstractas empleando materiales que suelen ser ajenos a la pintura, o Luis Gordillo, cuyo trabajo relaciona la abstracción con la fotografía, el diseño, o la importancia de la serie y la repetición como herramienta compositiva.

Además de potenciar a los creadores españoles, también se incluirán ejemplos destacados de representantes internacionales cuyas obras se pueden admirar en centros, museos y fundaciones dedicados al arte contemporáneo que existen en este país. Nombres como los de Georg Baselitz, Jean-Michel Basquiat, Julian Opie, Helena Almeida o Roy Lichtenstein contribuirán con su creatividad y obras en esta aplicación.